24 de junio de 2015

El food truck y el vino

Siguiendo la estela de la moda de los "food trucks", Bodegas Torres ha lanzado una novedosa propuesta para llevar el vino a nuevos espacios de consumo. Se trata del "The Torres Wine Tour" un bar de vinos itinerante que, a lomos de una furgoneta Citroën de los años sesenta, pretende acercar el vino al consumidor de una forma atractiva y desenfadada.

Imagen-Wine-Truck-Torres
Los "food trucks", cuya traducción literal sería "camiones de comida", tienen una larga tradición en Estados Unidos. Asociados normalmente a un estilo de comida rápida y poco nutritiva (tipo perritos calientes, hamburguesas, etc.), los "food trucks" están viviendo un nuevo resurgir en los últimos años. Este sistema de venta está siendo utilizado también para acercar al consumidor productos de mayor calidad, en algunos casos productos casi gourmet, en el momento y lugar donde se encuentra el consumidor. Así, podemos encontrar este sistema de venta en eventos deportivos, conciertos o festivales de música, festividades locales, ferias gastronómicas, etc.

En esta línea, Bodegas Torres ha lanzado el primer bar de vinos itinerante de una bodega española que, con el nombre de "The Torres Wine Tour", pretende recorrer diferentes ciudades acudiendo a festivales de música o a cualquier otro tipo de evento donde haya una concentración de público, para ofrecer una alternativa de consumo de calidad.

La propuesta de Bodegas Torres se plantea en dos formatos: una furgoneta transformada en tienda de vino y una versión de contenedor, de mayor capacidad, en el que se busca ofrecer un espacio más atractivo y moderno donde poder tomar una copa de vino. Tal y como explican desde la bodega, “queremos acercar el vino a nuevos consumidores, con una propuesta original y simpática, para que vean el vino como una bebida para disfrutar, para tomar con amigos, en cualquier lugar y en cualquier momento”.

Desde un punto de vista de marketing, esta original alternativa de distribución directa pretende acercar el vino al lugar y momento de consumo preciso. Además de un inmejorable escaparate para la marca, asociar eventos de ocio al consumo de vino me parece una inmejorable forma de rejuvenecer, no sólo la imagen de la propia marca, sino también del propio producto vino en sí. En un momento en el que se habla tanto de la necesidad de "rejuvenecer" el mercado para acercar el vino al consumidor, especialmente a un consumidor joven, el "wine truck" parece que circula en la buena dirección.

Un saludo
Ricardo


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