16 de enero de 2013

Beba vino por una buena causa


Sin entrar en el debate sobre si el marketing crea necesidades o no, cuando uno consulta cualquier manual de marketing, la primera idea que siempre trata de transmitir el autor es que el objetivo último del marketing es satisfacer las necesidades del consumidor. Si identificamos y satisfacemos las necesidades del consumidor entonces hacemos marketing. En caso contrario, no hacemos marketing.


Esta visión del marketing, que estuvo vigente hasta mediados de los años 80, resulta algo estrecha en la actualidad. Debemos tener en cuenta que el consumidor es, al fin y al cabo, una persona que vive en un entorno y en una sociedad de la que forma parte. Podría darse la paradoja de que lo bueno para el consumidor sea perjudicial para el resto de la sociedad en su conjunto, por lo que última instancia, el propio consumidor estaría peor. Por eso, las acciones de marketing no deberían orientarse sólo a la satisfacción de las necesidades del consumidor, sino que deberían considerar también los beneficios a largo plazo para el conjunto de la sociedad. Supongamos que me bebo un vino excelente, con una inmejorable relación calidad precio, y que considero que ese vino ha satisfecho mis expectativas. Seguro que estaré muy contento (satisfacción de la necesidad) y el bodeguero seguro que no ha perdido dinero conmigo (beneficio empresarial). Ahora supongamos que nos dicen que el bodeguero que ha elaborado el vino se ha aprovechado del agricultor y le ha pagado la uva a menos de 25 céntimos el kilo cuando el coste para el agricultor roza los 30 céntimos, que se han necesitado casi 700 litros de agua para cultivar el kilo de uva necesario para la elaboración del vino, que a los mozos que trabajan en el almacén los tienen sin contrato y que el vino se ha transportado en un camión que no pasaría la ITV por la cantidad de gases que emite al medioambiente. Entonces cabría preguntarse: ¿Estará contento el consumidor? ¿Estará satisfecho de haberse bebido ese vino? ¿Realmente merece la pena beber un vino con tantos “efectos secundarios”? Bueno, pues de algo así va la Responsabilidad Social Corporativa

Fuente: Wikimedia. Autora: Silvana Lara

La Responsabilidad Social Corporativa (RSC), también conocida como Responsabilidad Social Empresarial (RSE), es la contribución activa y voluntaria por parte de las empresas a la mejora del entorno en el que desarrollan sus actividades desde una triple dimensión social, económica y medioambiental. En cierto modo, los gestores de una bodega y los responsables de marketing deberían ser conscientes de la responsabilidad social de sus acciones, para que las actividades que se desarrollan tengan efectos positivos en la sociedad.

Gran parte del sector bodeguero no es ajeno a su responsabilidad social, existiendo numerosas iniciativas de RSC por parte de diferentes bodegas. A modo de ejemplo, vamos a repasar las actividades que en materia de RSC desarrollan tres bodegas españolas.

Bodegas Emilio Moro


Emilio Moro, fundador de Bodegas Emilio Moro, creo en el año 2008 la Fundación Emilio Moro como vehículo para canalizar determinadas actividades en materia de RSC y para atender las necesidades de los más desasistidos.

Imagen de las cenas benéficas de la Fundacion Emilio Moro
Fuente: www.fundacionemiliomoro.com

Entre otras, desarrollan diferentes actividades a lo largo del año que van desde la organización de cenas benéficas, celebradas por diversas ciudades españolas, hasta la venta de joyas solidarias, y cuyos beneficios van destinados a la financiación de proyectos humanitarios de canalización de agua potable o a la formación a jóvenes en riesgo de exclusión social en Nicaragua, Sri Lanka o Perú. En el caso de España, y ante la difícil situación económica que atraviesa el país, destacan iniciativas como la llevada a cabo el pasado mes de diciembre, cuando se entregaron a la Federación Española de Banco de Alimentos 1.300 Kilos de aceite, legumbres, conservas y vino con el objetivo de ayudar a las familias más necesitadas.

Bodegas Ruberte


Imagen del vino Diecinueve by Aliana
Fuente: www.diecinuevebyaliana.com
Una iniciativa que realmente llama la atención es la desarrollada por Bodegas Ruberte, que elabora desde el año 2010 un vino solidario (Diecinueve by Aliana ) que tiene como finalidad ayudar a todas las mujeres que luchan contra el cáncer de mama. El nombre elegido para el producto se inspira en el día internacional del cáncer de mama (19 de octubre) y en la línea femenina de la bodega, los vinos Aliana. Los beneficios íntegros de las ventas (el vino se vende a un precio de unos 15 euros) van destinados a la lucha contra el cáncer y se destinan a financiar las actividades de la Asociación de Mujeres Aragonesas con Cáncer Genital y de Mama, Amac-Gema.

Bodegas Vicente Gandia


En el caso de las Bodegas Vicente Gandía, compañía vinícola valenciana fundada en 1885, la RSC forma parte de la estructura de la empresa desde hace muchos años. Además, Bodegas Vicente Gandía considera que las empresas deben identificarse con compromisos solidarios de carácter permanente y no esporádico, apostando por un modelo RSC que implique un compromiso activo y constante. En la actualidad, sus actividades en materia de RSC se estructuran en torno a cuatro líneas de actuación:
  • SEED FOUNDATION: Bodegas Vicente Gandía aporta 400.000 euros anuales a la Seed Foundation para, a través de un Comité de Expertos, evaluar y decidir cuáles son los proyectos (tanto de desarrollo agrícola como orientados a la erradicación de la pobreza en determinados países africanos) que reciben los fondos.
  • PROYECTO ARCO IRIS RÍE: Bodegas Vicente Gandía colabora junto a la asociación Arco Iris Ríe (orientada a la reinserción social) en un proyecto desarrollado alrededor de un colectivo que entiende el arte y la creatividad como una herramienta transformadora de la persona y la sociedad. Destaca una acción por la cual personas en riesgo de exclusión social y reclusos del Centro Penitenciario de Picassent decoraron 500 estuches de madera que contenían tres botellas de vino de El Miracle Art, de forma que los ingresos generados por las ventas de estas cajas se donaron a la asociación.
  • ACCIÓN SOCIAL: De forma habitual Bodegas Vicente Gandía colabora con numerosos proyectos de cooperación e integración como obras de canalización y depuración de aguas en Camerún, construcción de un dispensario médico y envío de un contenedor de medicamentos y material quirúrgico a Benin, en colaboración con Médicos Sin Fronteras, donación económica para la campaña de Navidad (compra de juguetes) del Hospital La Fe de Valencia o la colaboración con la Asociación Valenciana de Lucha contra el Cáncer, entre otros.
  • MEDIO AMBIENTE: El respeto por el medio ambiente es uno de los cimientos sobre los que Bodegas Vicente Gandía asienta su identidad y su quehacer diario. De hecho, preservar el medio ambiente, mantener y aumentar la fertilidad del suelo, respetar los ciclos de la flora y fauna y proporcionar uvas con todas sus propiedades naturales constituyen algunas de las principales líneas de trabajo de la bodega.

¿Moda o cambio de modelo?


Probablemente, detrás de las iniciativas expuestas anteriormente se encuentre una actitud consciente y responsable por parte de las empresas. Se trata de bodegas que, probablemente, reconocen la necesidad de devolver a la sociedad parte de lo que la misma les ha dado. No obstante, esto no quiere decir que todas las acciones orientadas a la RSC que desarrollan las bodegas respondan a la adopción de un modelo de gestión corporativa socialmente responsable, puesto que también podrían responder a un comportamiento oportunista por parte de las bodegas. Puede haber bodegas que guiadas por la oportunidad que supone ofrecer una “cara social”, desarrollen actividades vinculadas con la RSC pero de forma puntual y esporádica, mientras que de puertas hacia dentro tienen un comportamiento radicalmente distinto.

Discernir entre lo uno o lo otro puede ser una tarea difícil, pero desde luego, como consumidor socialmente responsable prefiero beber un vino de un bodega socialmente responsable que de una que no lo sea. Hay numerosos estudios que avalan la predilección del consumidor por este tipo de empresas. Espero que tú seas uno más de ellos. Así que si bebes vino que sea por una buena causa.

Un saludo,
Ricardo

2 comentarios:

  1. Me gusta que plantees si es moda o actitud porque muchas veces se nos ve el plumero. Paradigmático es el caso de la campaña de Fortuna "For 0'7", cuyo coste superó con creces el total de lo aportado a causas humanitarias. Eso es oportunismo. Pero cuando se trata de actitud, desarrollo mi actividad con ética y respeto al entorno social y medioambiental porque me lo creo, porque soy así. Y cuando comunicamos no se ve el plumero porque no hay plumero.

    Y comunico porque sé que la RSC me aporta un beneficio en términos de imagen. Y está muy bien si esa acción puntual espectacular que se comunica es la guinda de una actitud global en las rutinas de mi día a día.

    Sin duda, con un mercado tan saturado, como consumidor optas por los bienes y servicios que te dan "algo más". Hay que contarlo. Gracias a ti que lo has contado, los vinos de las Bodegas Vicente Gandía pasan a mi short list. Y encima son de mi CC.AA., ¿se puede pedir algo más?

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    1. Hola Laura:

      Lo malo es que yo creo que no es tan fácil verles el plumero. Algunos lo esconden muy bien ;)

      Saludos,
      Ricardo

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